¿Qué pasa, amiguetes/tetas?
Espero que todo vaya bien, y cuando me refiero a "bien" estoy eufemizando un gran "de puta madre".
Ayer, gracias al gran Andreu (en serio, es un tío muy grande; una vez se depiló el pecho y se hizo una alfombra del IKEA...), tuve uno de los momentos de más risa de mi vida.
No, en serio, ¿no os ha pasado nunca...? (¡coño!, parezco uno de esos del Club de la Comedia, ahora me saldrán gafas de pasta y un taburete incrustado en el jaier).
Atrás quedan momentos míticos como el anuncio del Pump-n-Seal o el de los cuchillos Ginsu, grandes mitos de la teletienda clásica, los cuales disfrutaba en las madrugadas del sábado, al llegar de fiesta, y saboreando un cola-cao con galletas (para afianzar bien los cubatas de JB).
También el autor de este fenómeno, clara y bastamente afectado por dichos visionados nocturnos, supo apreciar el lado auténtico de dichos spots, que, muy lejos de aspirar a vender ninguno de esos artilugios diabólicos que presuntamente pueden mejorar tu depravada existencia, tratan únicamente de entretener al personal con los más jocosos escenarios y actores de barraca con goteras y vestuario mixto.
Por favor, cuando acabéis de ver éste, pinchad en "Labatamanta Especial Navidad". De nada.
