jueves, 14 de abril de 2011

PELLIZQUITO

Palabra del grupo de las raritas de cojones...
Pellizquito. Este tipo de palabras son de las que, si las pronuncias un rato muy despacio, acabas por descubrir nuevas dimensiones lingüísticas: pe-lliz-qui-to, pe-lliz-qui-to... probad, ya veréis. Si os cansáis de ésta, también mola con cantimplora o asesinoenserie.

Pellizcarse está bien, te conecta con la realidad, nos reconcilia con nuestra condición de humildes mortales doquiera que el percance tenga lugar; ya sea montando un mueble de IKEA (curiosamente, los insultos suelen ser también en sueco), por iniciativa ajena (el amigo gracioso que casualmente siempre ataca a los pezones y que, también casualmente, siempre se te abraza en la segunda birra y nunca lo has visto acompañado de ninguna moza en edad de merecer... aunque si el merecido son pellizcos pezoniles, quizás eso lo explicaría todo).

No todos los pellizcos son malos, los hay quien disfrutan con ellos; con unos cuantos, chillan más que un grupo de cerditas (no estoy seguro de si es literal o no...) chillándole a Justin Bieber.
Albrícias, ¿sabéis que "bieber" suena casi igual que "beaver", que es castor en inglés? Pero no todo acaba ahí... ¿sabéis que hay dos clases de castor, y que la especie europea se llama castor "fiber"? Bieber, beaver, fiber... ¡¡qué diver!! (aquí también se admiten insultos en sueco).
Hablando de disfrutarlos, siempre me he preguntado si Jordi González tenía unos mofletes muy majos de pequeño, o es que en su etapa reportajera-sado-garitochungo-tevoyadarlotuyo le quemaron un cartón de Ducados en la face.

Musicalmente, el pellizco ha encumbrado a personajes de la talla de Bee Gees, Chicago, Christian Castro e incluso David Bisbal. Éste último, a diferencia de los otros, se la pilló con la cremallera en "Operación Triunfo" y empezó a dar vueltas sobre su eje rollo perrito juguetón. Y con eso, un pack de rulos y el primo cántabro* de Kike San Francisco, lo demás ya es historia.

Y es que un insignificante gesto puede otorgar mucho poder; ya lo dijo la abuela de Frodo: "Un pellizco para dominarlos a todos". Porque eso sí, donde se ponga un pellizco de abuela, que se quite una patada en la boca de/a Chuck Norris.

* Santander, era un poco rebuscado... Venga, un abrazo.

domingo, 10 de abril de 2011

Finiquitando el winter

Llegó la primavera, ergo la sangre se altera.

Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar... ¡¡y volverán tus pechos generosos por tus tops del Bershka sus cabezas a asomar!!

Sí, amigos/gaaas, el despeporre, el calorcito, este fin de semana ha vuelto la locura, las ganas de playita, no ha faltado el notas que ha sacado ya las chanclas y las bermudas... qué nostálgico, se diría que nunca las guardó, el muy cochino, seguro que aún tenía manchas de las bravas y los chocos del último chiringuito de la Festa Major 2010.

En fin, ojalá que perdure el "hot time", y no me refiero a la duración de los concursos de madrugada con mozas de vestuario casi tan corto como su contrato.