Nos domina, nos empuja a mostrar nuestros más básicos instintos (que no instintos básicos) de supervivencia, doblega al más fuerte, léase al más rico.
Es una especia de cuñao de Rocky, pero silenciosa. Cansina, parece que no se va nunca, pero siempre tenemos la esperanza de que un día de estos acabará yéndose a un viaje de placer, es decir, a tomar por culo...
Como toda buena catástrofe, durante el tiempo de injuria pecuniaria, siempre florece la picaresca, y la zona afectada sufre el amargo azote de las epidemias, tales como el SQP (sálvese-quien-pueda) o el MTL (mariquita-the-last)...
Para sacarse unos eurillos, los hay con ocurrencias de todo tipo:
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