miércoles, 29 de diciembre de 2010

Donde pongo el ojo, pongo la bola

Emulando al polvoriento y acojonador Eastwood de las mejores épocas del Espagueti Western, en las que Almería, a la espera del mesías de los rizos y las patadas voladoras, era tan sólo conocida por sus desiertos, nos llega este menda con idéntica puntería.
La única diferencia es que ha sustituido el Colt por la Spalding, y en esta ocasión no hay bolas de paja perturbando el silencio pre-tasmuertonene, sino una agradable sintonía hiphopera más acorde a nuestros días.

Probablemente hay truco, en caso contrario, esto es increíble...

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