Desconozco dónde fueron tomadas estas imágenes, pero debían ser por lo menos las míticas calles de San Francisco, y seguro que al bus lo perseguían diversos coches dejándose los bajos en cada bache; tras de ellos, of course, el habitual desfile de papeleras, carritos de hot-dog's y abuelas en taca-taca conveniente pero no totalmente esquivados, propiciando así al espectador el no menos esperado despliegue de objetos variopintos, botes de ketchup, mostaza y tovallones de papel (el català incorrecte, passa'l!) y dentaduras y/o prótesis de cadera, respectivamente.
O eso, o pasar a 100 km/h sobre el cadáver de un mamut.
Va por ti, Steve McQueen.
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